Tres generaciones Morales visitaron Fuentidueña

Pedro A. Mora

El primer fin de semana de abril tres generaciones Morales se dieron cita en Fuentidueña. Llegaron procedentes de Quinto de Ebro los descendientes de la familia que formó en aquel municipio aragonés el fuentidueñero Ángel Morales hace más de setenta años.
Aunque casi todos conocían el pueblo tenían como asignatura pendiente la de conocer y visitar juntos el pueblo que vio nacer al Patriarca, por desgracia ya fallecido.
Habían programado el viaje con la intención de conocer in situ el municipio de aquel joven que un día salió de su pueblo natal hasta Quinto de Ebro para trabajar en la Escuela de Capacitación Agraria. Allí quedó prendado de María del Pilar, con la que formo el hogar, donde fueron llegando los retoños Ángel, Toni, Jesús, Javier y la benjamina Virginia. Estos a su vez fueron creando sus propias familias bajo la bendición del precursor de la Dinastía.
Ángel nació en la conocida Travesía de la Plazuela de Fuentiudueña del matrimonio formado por Ambrosio “El Lucero”, (al electricista del pueblo se le conocía así) y su mujer Luisa del que nacieron, Baltasar, Victoria, Juana y Ramona. Era Ángel, un joven inquieto que ayudaba a su padre en las distintas tareas de la unidad familiar, le gustaba la caza, la pesca, el baile y sobre todo el juego de pelota y el fútbol. Él elaboraba aquellas pelotas de higuillo y trapos con la que jugaban aquellos interminables partidos en la Plazuela y en las Eras; organizaba los partidos entre barrios y más tarde entre los pueblos. Haciendo la mili se fijó en él un sargento que era directivo del Vicálvaro CF, equipo con el que se alineó durante el servicio militar. De vuelta al pueblo inculcó la afición al balompié entre los jóvenes y niños organizando partidos y motivando la formación de un equipo, el “Fuentidueña CF” con el que llegaron a clasificarse para jugar en los Juegos Sindicales representando a Madrid. Llegaron a la final para enfrentarse al equipo de Murcia. Sabemos de buena tinta que en Quinto, su pueblo de adopción, siguió organizando y jugando partidos. Entrado ya en años, quien tuvo retuvo.
Los herederos de Ángel mantenían relación familiar con sus primas de aquí Conchi y Juani y deseaban conocer la casa patriarcal, recorrer las calles, admirar sus sencillos monumentos: Castillo, Mirador de Dña. Urraca, la Ermita de Alarilla, la Torre del Reloj, el Puente de Hierro, la Iglesia de San Andrés,… conocer sus costumbres populares el Hornazo, la Tortilla y sobre todo como se desarrollan las fiestas de Alarilla, la Romería a la Ermita, la Embarcación,.. para ello tuvieron en sus familiares unos excelentes guías.
Se hospedaron en la Casa Rural Tinao de la Petra y conocieron el lugar, las calles, los barrios, las instalaciones deportivas el campo de futbol, con el que seguro soñó Ángel, en el local donde se exponen los Trofeos conquistados por el CD Tajo-Fuentidueña fueron recibidos por el Presidente del Club Pedro Terrés que obsequió a los hijos con varios ejemplares del libro “50 Años del CD TAJO-Fuentidueña. La Historia que vivimos”. En ese acto, una representación de la incipiente Asociación FUENTHISTORIA les entregó un cuadro con fotografías de parte de la historia del fútbol local con el lema “Reconocimiento a Don Ángel Morales por su contribución como uno de los pioneros del Fútbol CD Tajo-Fuentidueña.
Más tarde fueron recibidos en el Ayuntamiento por el Alcalde, José Antonio, y Quique, Concejal de Educación. A Jesús Morales, Alcalde de Quinto de Ebro y nieto de Ángel, se le ofreció la firma en el Libro de Oro donde dejó plasmado su agradecimiento por la acogida y por conocer a vecinos y amigos de este bonito municipio.
Los descendientes de Ángel Morales se despidieron encantados, satisfechos de la visita y la hospitalidad recibida; habían cumplido un deseo familiar. Con la esperanza de que el tiempo y la distancia no sean motivo de alargar la vuelta y de que Roque, el benjamín de la familia, hijo de Jesús y Sonia y los más jóvenes tengan en Fuentidueña de Tajo la referencia de la patria chica del Abuelo Ángel.